Malaga y la Costa del Sol

Visita Málaga

La capital malagueña, prácticamente en el centro geográfico del litoral de la provincia, no sólo es el nudo de comunicaciones entre las demás localidades sino que delimita las dos grandes áreas que configuran la Costa del Sol, la oriental y la occidental. Malaga se ecuentra entre las provincias de Granada, al este, y Cádiz, al oeste. Al norte limita con las provincias de Córdoba y Sevilla. Málaga recibe a multitud de visitantes a través vuelos de su aeropuerto internacional, que comunica con todas las poblaciones de la Costa del So.l
En el centro histórico (casco antiguo) de Málaga confluyen varios siglos de arte urbano y arquitectura, es una ciudad en constante evolución. Junto con la variedad de iglesias, conventos y palacios, en su mayoría siglos XVII y XVIII, lo más interesante es el patrimonio arquitectónico y urbano del siglo XIX, cuando la ciudad, encabezada por el desarrollo agrícola e industrial, se abrió a la moda europea que reinaba en esa época.
Calle Larios
La Calle Larios, continua siendo el corazón comercial y social de Málaga. Las mejores tiendas, las oficinas centrales de las entidades bancarias y algunos los cafés más tradicionales se encuentran en esta coqueta avenida que es, a su vez, el "termómetro" de lo que está sucediendo en la ciudad. Esta vía y las calles adyacentes, casi todas peatonales, constituyen el núcleo de la zona comercial tradicional de Málaga y cuenta con una infinita variedad de establecimientos que ofrecen todo tipo de artículos.

Durante el día puede perderse por sus calles, recorriendo los bares de tapas y restaurantes y por la noche continuar con la diversión en sus cientos de bares, discotecas y terrazas donde escuchar todo tipo de músicas y disfrutar de actuaciones en directo o de unas agradables vistas en las terrazas de moda.
La provincia de Málaga, con sus 7.276 kilómetros de superficie y más de un millón y medio de habitantes, es la menos extensa de Andalucía y, orográficamente, la más accidentada de la región. En este sentido, es, después de la de Teruel, la segunda provincia española con una orografía más compleja, debido a los sistemas montañosos que se entrecruzan en su territorio. No obstante, hay buenas comunicaciones entre todos sus núcleos poblacionales y todos ellos tienen fácil acceso a pesar de las complicaciones del terreno, complicaciones que aparecen sobre todo en algunas zonas de interior.
El Cristo de la Buena Muerte a brazos de la Legión



La Costa del Sol, situada al sur de la Península Ibérica, en el extremo occidental del Mediterráneo, ocupa los 161 kilómetros del litoral malagueño, si bien de una forma natural y sin solución de continuidad se adentra hacia el este y el oeste en las provincias de Granada y Cádiz, que limitan con la de Málaga.

Conforme se avanza hacia el este (Costa del Sol Oriental), se suceden los municipios de Rincón de la Victoria, a 12 kilómetros de Málaga, donde muchos malagueños poseen su segunda residencia; Vélez Málaga y su núcleo costero de Torre del Mar (35 kilómetros), frecuentado mayoritariamente por el turismo nacional; Torrox (46 kilómetros), donde se asienta una de las colonias más numerosas de alemanes que han elegido la Costa del Sol como segunda residencia, y Nerja (50 kilómetros), el municipio más conocido de esta zona y el más visitado debido a su mundialmente famosa Cueva de Nerja.
Vista de Málaga



En la Costa del Sol Occidental, la de mayor proyección internacional, se sitúan las localidades de Torremolinos, a tan sólo 15 kilómetros de la capital de la provincia; Benalmádena (22 kilómetros), Fuengirola (27 kilómetros), Mijas (31 kilómetros), Marbella (58 kilómetros), Estepona (85 kilómetros) y Manilva, a 97 kilómetros de la capital malagueña.

Todas estas poblaciones, de Nerja a Manilva, están perfectamente comunicadas entre sí mediante la autovía del Mediterráneo, a la que hay que añadir la autopista de peaje (AP-7) que, a partir de Fuengirola, enlaza todos los núcleos urbanos hasta el límite con la provincia de Cádiz.

La provincia malagueña está integrada por 101 municipios repartidos en nueve comarcas: la comarca de Málaga, que ciñe su territorio al propio término municipal de la capital, está situada en la amplia desembocadura del río Guadalhorce y ocupa prácticamente el centro geográfico de la franja litoral de la provincia. Tiene una extensión de 385 kilómetros cuadrados.

Con una extensión de algo más de 1.000 kilómetros cuadrados, la comarca de la Axarquía-Costa del Sol, situada en la parte más oriental de la provincia de Málaga, cuenta con 31 municipios (Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Algarrobo, Almáchar, Árchez, Arenas, Benamargosa, Benamocarra, El Borge, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Colmenar, Comares, Cómpeta, Cútar, Frigiliana, Iznate, Macharaviaya, Moclinejo, Nerja, Periana, Rincón de la Victoria, Riogordo, Salares, Sayalonga, Sedella, Torrox, Totalán, La Viñuela y Vélez-Málaga, que ejerce como ‘capital’ de la comarca).

Por otro lado, al norte de la provincia de Málaga, entre la cordillera que en cierto modo enlaza la serranía rondeña con las tierras axárquicas y la gran llanura de la campiña, se extienden los siete municipios que integran la comarca de Antequera: Alameda, Casabermeja, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina, Villanueva de la Concepción, y el de la histórica y monumental ciudad de Antequera.

La Costa del Sol Occidental, integrada por los municipios de Benahavís, Benalmádena, Casares, Estepona, Fuengirola, Manilva, Marbella, Mijas y Torremolinos, ocupa la franja litoral que se extiende a partir de la capital malagueña hasta los límites de la provincia de Cádiz, con una superficie en torno a los 800 kilómetros cuadrados, donde se aglutinan las localidades más turísticas no sólo de la provincia de Málaga sino de la España peninsular.
Puerto Banús en Marbella

Situada al noroeste de la provincia de Málaga, la comarca de la Serranía de Ronda está integrada por 21 municipios y la propia ciudad de Ronda, que ocupan una superficie en torno a los 1.260 kilómetros cuadrados.

A la inmensa huerta que es sin duda el Valle del Guadalhorce se asoman los municipios de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almogía, Álora, Cártama, Coín, Pizarra y Valle de Abdalajís. Se trata de un territorio muy cercano a Málaga capital, con la que está unido mediante buenas vías de comunicación, y colindante con parajes de excepcional interés paisajístico y ecológico.

Una de las razones que han hecho de la Costa del Sol un destino turístico de primer orden hay que buscarla en su clima mediterráneo, benigno durante todo el año, con una temperatura media de 18 grados. En verano el termómetro oscila entre los 25 y los 30 grados, y en invierno en muy rara ocasión la temperatura diurna baja de los 14 grados. Sin embargo, en las zonas de interior predomina el clima continental, por lo que las temperaturas, tanto en invierno como en verano, son algo más extremas que en la franja litoral.
Calle San Miguel (torremolinos)





En su conjunto, la provincia de Málaga cuenta con un clima que permite visitarla sin dificultad en cualquier época del año, pero especialmente la franja litoral, es decir, la Costa del Sol, que, resguardada de los vientos del interior por una sucesión de montañas de una considerable altitud, asegura más de 300 días de sol al año y una temperatura privilegiada.

Gastronomia

Dado el carácter abierto y turístico de la ciudad y el elevado número de restaurantes de que dispone, en el centro histórico de Málaga, es posible degustar cualquier tipo de comida, tanto autóctona o regional como internacional. Igualmente, la gama de establecimientos abarca todos los niveles, desde los más modestos y económicos hasta los más selectos y exquisitos.
Espeto



En estos últimos años ha fraguado una auténtica revolución en el panorama de la ciudad que la ha confirmado como destino gastronómico.

Encontrará, sin dificultad, en las mesas de muchos de nuestros restaurantes nuestra dieta mediterránea, argumentada con recetas de siempre. Podrá apreciar fieles reflejos de los platos populares, fórmulas culinarias que por decantación han alcanzado la perfección absoluta. Pero, también podrá degustar acercamientos novedosos y enriquecedores a esas formas tradicionales, que aumentan su puesta en valor. Es la recuperación de una cocina tradicional malagueña vestida de largo para ocasiones especiales, donde el pescado es el rey, pero dónde las carnes y las verduras de la zona conforman el panorama culinario malagueño.

Destacado papel en esta oferta tradicional tiene el “pescaito frito”. Si se acerca por algunos de los restaurantes o bares que lo preparan, sólo con oler su aroma comprobará cómo le abre el apetito. Idénticas sensaciones tendrá con otra de las estrellas del litoral: el espeto de sardinas.

Málaga ha experimentado en los últimos años un formidable salto cualitativo en cuanto a la variedad y la riqueza de formas de entender la cocina. Una serie de nuevos restaurantes han colocado a Málaga en el panorama nacional de la llamada cocina de autor.

Puede optar por el “ tapeo ”. Es una fórmula sabia de probar de todo, o casi todo. En este segmento gastronómico encontrará de todo: desde las tapas más tradicionales y perfectas hasta las más imaginativas innovaciones. No le vamos a recomendar ninguna tapa en especial, por que cada establecimiento puede ser un mundo de variantes (no hay dos ensaladillas malagueñas que sepan igual), déjese llevar por su intuición, su olfato o por su oído, por cómo “suenan” algunas de ellas.

Ir de Compras

Con más de una treintena de centros comerciales, parques y grandes superficies repartidos por toda la provincia, y un sinfín de tiendas en las que se venden desde productos artesanales hasta los más exclusivos, Málaga brinda al visitante la posibilidad de adquirir toda clase de artículos.

Casco Antiguo de Marbella

Al visitante no advertido, seguramente le sorprenderá el Casco Antiguo de Marbella, pues no es muy habitual que una ciudad ligada preferentemente a la modernidad y al gran turismo, haya sabido conservar la huella del pasado en igual o mejor medida que aquellas localidades cuya fama proviene del legado histórico artístico que han heredado. El trazado de este sector de la ciudad conserva la irregularidad urbanística propia de la época árabe, si bien algunas de sus estrechas calles se abren a plazas diseñadas inmediatamente después de la conquista cristiana.

Del antiguo patrimonio cabe destacar la muralla de la Alcazaba o El Castillo, en cuyo interior se concentraba la primigenia ciudad árabe. La Plaza de los Naranjos es el resultado de la reorganización urbana efectuada por los conquistadores. En esta hermosa plaza se encuentra el Ayuntamiento, construido en el siglo XVI y ampliado en el XVIII, y más antiguo que el Ayuntamiento es el edificio de la Casa del Corregidor, contigua a la Capilla de Santiago Apóstol, ambas construcciones del siglo XVI. Pero el atractivo de la Plaza de los Naranjos no radica exclusivamente en los nobles edificios citados, sino por continuar siendo, en cierto modo, el centro neurálgico de la ciudad antigua. Así, numerosos establecimientos de todo tipo le confieren a este rincón marbellí un singular ambiente, y sus amplias y bien instaladas terrazas se ven siempre repletas de turistas que, por lo general, eligen este lugar para tomarse un breve descanso tras su recorrido por el centro histórico.

El antiguo Hospital Bazán (siglo XVI) alberga hoy el Museo del Grabado Español, considerado el mejor de España en su género, y no muy lejos de este conjunto monumental, se levanta la iglesia de la Encarnación, un templo de grandes dimensiones cuya construcción corresponde al siglo XVII. Pero al margen del valor histórico artístico de estos edificios, el Casco Antiguo de Marbella es sobre todo un reducto de tranquilidad y encanto donde alternan la nobleza de sus edificaciones con coquetos establecimientos y animadas terrazas, todo ello en un contexto de cosmopolitismo y tradición que se aúnan con la naturalidad de haber coexistido desde siempre.